10 de octubre – Día Mundial de la Salud Mental
El Día Mundial de la Salud Mental, celebrado cada 10 de octubre, es promovido por la Federación Mundial de la Salud Mental y cuenta con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta fecha nos recuerda el compromiso para sensibilizar acerca de los problemas de salud mental en todo el mundo y desarrollar diferentes estrategias para promoverla. En los últimos dos años, este objetivo se ha convertido en un reto de mayor complejidad, dado el impacto global de la pandemia por COVID-19. Esta situación sociosanitaria sumó medidas, tales como el aislamiento y el distanciamiento social de manera obligatoria, que junto con el riesgo infeccioso inherente han socavado la salud mental a nivel global.
Entre las poblaciones que enfrentan una gran carga cognitiva y afectiva, se encuentran las personas puérperas. Este segmento está bajo alta demanda psicosocial debido a las tareas de cuidado y la situación socioeconómica, entre otros factores. En consecuencia, son un grupo muy vulnerable a la problemática imperante secundaria a la pandemia, con interrupciones significativas en los servicios para trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias. Las medidas gubernamentales para mitigar la transmisión, el miedo a infectarse, la pérdida de seres queridos y el impacto económico, entre otros, han sido factores de riesgo psicosocial. Esta situación crítica ha aumentado la prevalencia de trastornos mentales como la depresión, la ansiedad y el insomnio, especialmente en los grupos de mayor vulnerabilidad.
Como lo indica un trabajo preliminar utilizando un diseño de estudio transversal múltiple con mil mujeres adultas en Argentina, las prevalencias de depresión postparto e insomnio aumentaron del 37% al 60% y del 46% al 62%, respectivamente. Sin embargo, el estrés relacionado con la pandemia disminuyó. Los síntomas más prevalentes de depresión postparto fueron la dificultad para dormir, ansiedad e inseguridad, confusión mental y labilidad emocional, que también aumentaron a medida que avanzaba la pandemia. El principal tipo de insomnio fue el de mantenimiento, y las quejas más frecuentes se relacionaron con la interferencia diurna, insatisfacción y angustia vinculadas con el insomnio. Además, se encontró como factores de riesgo el desempleo, la ausencia de apoyo médico, el tamaño familiar reducido, el trabajo a distancia, la edad materna avanzada, el postparto tardío, la multiparidad y habitar en las provincias de la región periférica de Argentina. Se confirmó un proceso de adaptación al estrés pandémico, no obstante, se observó un incremento sostenido de la depresión postparto asociado a un aumento del insomnio. En conclusión, la salud mental de las puérperas empeoró a medida que avanzaba la pandemia de COVID-19. Aunque con el tiempo las mujeres se han vuelto más capaces de afrontar la situación y perciben menos estrés relacionado con la pandemia, su impacto social y económico aún persiste y las expone a un mayor riesgo psicológico. Por ello, los sistemas sanitarios deben garantizar el bienestar de las mujeres para hacer frente a las consecuencias actuales y futuras de este escenario epidemiológico.
Datos del grupo de trabajo
https://inicsa.sitios.fcm.unc.edu.ar/areas-de-investigacion/ecosalud-y-fitoquimicos/
Referencias
Miranda AR, Scotta AV, Cortez MV, Soria EA. Triggering of postpartum depression and insomnia with cognitive impairment in Argentinian women during the pandemic COVID-19 social isolation in relation to reproductive and health factors. Midwifery 2021;102:e103072. https://doi.org/10.1016/j.midw.2021.103072
Miranda AR, Cortez MV, Scotta AV, Soria EA. COVID-19-related stress in postpartum women from Argentina during the second wave in 2021: identification of impairing and protective factors. Midwifery 2022;108:e103290. https://doi.org/10.1016/j.midw.2022.103290